El desodorante es un artículo de cuidado personal de uso diario, es por ello que conocer de qué materiales está elaborado y los impactos que puede causar a nuestra salud se vuelven tan necesarios.
En está ocasión elaboraremos un desodorante que no sólo incluye materiales naturales, sino también se ajusta a nuestras necesidades. Porque sudar es algo necesario y natural, pero podemos oler a rosas o a ciprés si así lo queremos.
Cada ingrediente de la receta tiene un propósito particular, que permite a nuestro cuerpo sudar y eliminar toxinas, pero que evitan el mal olor, la irritación, los poros tapados e incluso el riesgo de padecer algunas enfermedades relacionadas con no poder eliminar las toxinas del cuerpo a través de la sudoración.
- Arcilla blanca, rosa o verde:
Agente purificador que elimina bacterias, eliminando los olores y absorbe el sudor
- Bicarbonato de sodio:
Agente que neutraliza olores, absorbe humedad, blanquea la piel, elimina hongos y crea un ambiente alcalino que inhibe las bacterias.
- Magnesio en polvo:
Agente que controla el crecimiento de bacterias causantes del mal olor corporal , absorbe el sudor y sebo, dejando la piel seca y tersa.
- Aceite de coco fraccionado, aceite de caléndula o jojoba (según tu tipo de piel). También se puede utilizar aceite de coco o manteca de karite previamente derretido:
Estos aceites y mantecas naturales tienen propiedades antibacterianas, antisépticas, antimicrobianas, antifúngicas y antiinflamatorias.
- Aceite esencial de Melaleuca (tea tree):
Agente antibacteriano por excelencia que elimina el olor desagradable del sudor ocasionado por las bacterias.
- Aceite de Lavanda, Rosas, Menta o Ciprés:
Aceites esenciales que le agregan un toque personal a nuestro desodorante, dando como resultado que olamos tan delicioso o fresco como queramos.